El poder de aparecer

Liz Schauer | 25 de mayo de 2022


Amy Gowans ha asistido a Willow South Barrington y Chicago por mucho tiempo, siendo voluntaria regularmente con grupos pequeños, operaciones, experiencia de invitados, cuidado pastoral, compasión y justicia, y en eventos especiales. Ella sale de su camino para ir la milla extra para servir con un corazón alegre, bendiciendo la iglesia y la comunidad. Comenzó a ser voluntaria para conocer gente nueva y dar algo a cambio, pero rápidamente descubrió cómo Dios usaría su corazón abierto y dispuesto para hacer crecer su fe, aumentar su confianza en el Espíritu, y usarla para impactar las vidas de otros.

Consulte esta entrevista con Amy para saber más sobre su historia de servicio.

¿Cuándo empezó a venir a Willow Chicago? ¿Qué te llevó allí?

Empecé a asistir hace 9 años y medio después de que nos convertimos en nidos vacíos. Antes de eso, asistimos a South Barrington durante más de 18 años.

¿Cómo se conectó por primera vez?

No conocía a nadie en la ciudad, así que acudí a la iglesia. Empecé a servir inmediatamente y me sentí como en casa con los otros voluntarios e hice increíbles amistades.

¿Cuál es su experiencia de servicio más memorable? 

Como pastor de respuesta durante 17 años, he tenido la oportunidad de oír las historias de la gente y escuchar sus desafíos. Afirmar el camino de alguien y animarle a dar los siguientes pasos es un privilegio. Servir en esta capacidad me recuerda que las únicas palabras que tengo para ofrecerles son las que Dios me susurra, porque por mi cuenta, no tengo idea de qué decir. Participar en estas conversaciones sinceras es también la forma en que Dios me guía en mi camino.

¿Qué es lo que le ha sorprendido del servicio?

Hace 17 años me pidieron que sirviera en un equipo que ahora llamamos el equipo de Pastor de Respuesta. Está claro que entendí mal lo que se me pedía, porque una vez que empecé, me sentí muy débil en mi fe y me faltó confianza para hablar con otros sobre su camino. Rápidamente quise alejarme de ese papel. La líder de mi ministerio tuvo otra idea: Se asoció conmigo y mi fe y confianza crecieron. 

Este equipo también ha contribuido a perfeccionar mi capacidad de liderazgo. A lo largo de los años he tenido el privilegio de escuchar a otras personas que buscaban orientación en sus caminatas. Servir en este equipo me enseñó que no puedo planear por adelantado las situaciones que se me presentan. Tengo que confiar en el Espíritu Santo para que me guíe en las conversaciones. Este equipo también ha sido mi familia espiritual. ¡Qué regalo que nunca vi venir!

¿Cómo animaría a alguien que está pensando en ser voluntario?

Sólo hay que lanzarse. No hay lugar para la timidez. Sabrás en poco tiempo si es una buena opción. Mantén la mente abierta a los comentarios que recibas. En Willow, queremos que todo el mundo sirva en su talento, pero eso puede llevar algún tiempo. Si después de probar algo, no funciona, prueba otra cosa. Dios es bueno, y Él (y otros) te afirmará. No hay nada más dulce que cuando hace clic.

Consulta las oportunidades de voluntariado y empieza a servir aquí.