Una comunión diaria

Willow Creek | 7 de marzo de 2022


El sacramento de la Comunión es una celebración sagrada, una experiencia tanto individual como colectiva en la que contemplamos interiormente y a nuestro alrededor la fidelidad de Dios mientras participamos del pan y el vino de la Cena del Señor. 

Si bien el ritual de comer el pan y el vino nos permite hacer una pausa y recordar juntos, podemos experimentar una conexión diaria con Dios a través de los mismos ritmos. Dedica un tiempo hoy a conectar con Dios, reflexionando y expresando gratitud por quién es Jesús y lo que ha hecho en tu vida.

Mira hacia atrás y recuerda

Para el pueblo judío, la Pascua era una celebración anual que conmemoraba el momento en que Dios los liberó del cautiverio en Egipto. Así que, cuando Jesús reunió a sus discípulos para la Pascua, esperaban hacer lo mismo que hacían todos los años, pero Jesús sabía que esta comida marcaría el comienzo de otro momento de libertad. Jesús se adentró en la historia de la redención, al ver el quebrantamiento, y ofreció su cuerpo (el pan) como salida. Tómate un momento para darte cuenta de cómo formas parte de una historia de redención más amplia:

  • ¿Dónde te ha liberado Dios? 
  • ¿Cómo ha provisto Jesús para usted? 
  • ¿A quién ha transformado Jesús en tu vida? ¿Cómo te da esperanza eso?

Mira hacia dentro y ríndete

Durante la Última Cena, Jesús cambió el guion de la tradicional cena de Pascua. Al servir el vino, introdujo la tradición nupcial judía (un hombre usaba el vino para proponer matrimonio). Su acto de servir vino marcó el comienzo de un nuevo plan y una nueva promesa. Miró a sus discípulos y les pasó la copa, invitándolos a esta nueva alianza con él (Lucas 22:20). 

  • ¿Has entrado en el “nuevo pacto” con Jesús, aceptando su invitación a participar en el Reino de Dios?
  • ¿Cómo has olvidado las formas en que has sido perdonado y liberado?
  • ¿Cómo has visto la fidelidad prometida por Jesús, aun cuando has vacilado en tu fe?

Mira a tu alrededor y restaura

Al mirar a nuestro alrededor, reconocemos que la antigua práctica de la Santa Cena ha trascendido el tiempo, la cultura y el lugar. Somos parte de una historia más grande: estamos conectados con el Cuerpo de Creyentes. Al mismo tiempo, tu comunión con Dios está ligada a tu conexión con los demás. Si algo está roto en tu relación con alguien, debes reconciliarlo para experimentar plenamente lo que Dios tiene para ti (Mateo 5:23-24).

  • ¿Qué relaciones están tensas en tu vida? 
  • ¿Cómo puedes reconciliarlos o restaurarlos para que puedas conectarte plenamente con Dios?

Mira hacia adelante con fe

La comunión es una oportunidad para proclamar las promesas de Dios, y nuestro tiempo diario con Él nos da la oportunidad de hacer lo mismo. Jesús no solo prometió liberarnos en este día, sino también marcar el comienzo de un Cielo Nuevo y una Tierra Nueva, donde todo será redimido y restaurado. En Apocalipsis 21, vemos un futuro donde toda lágrima será enjugada, donde ya no habrá muerte, llanto, clamor ni dolor (Apocalipsis 21:3-4). 

  • ¿A qué promesas te aferras hoy?
  • ¿Dónde pones tu esperanza?
  • ¿Qué es lo que más esperas del futuro restaurado?

Disfrutemos de nuestros tiempos colectivos de comunión y recuerdo, pero tomemos tiempo cada día para estar en comunión con Dios.