Revisando tu año

Jennifer Grabianski | 4 de enero de 2022


Alaba al Señor, alma mía;
con todo mi ser, alaba su santo nombre.
Alaba al Señor, alma mía,
y no olvides ninguno de sus beneficios:
quien perdona todos tus pecados
y sana todas tus dolencias,
quien rescata tu vida del hoyo
y te corona de amor y compasión,
quien colma tus deseos de bienes
para que tu juventud se renueve como la del águila.

Salmo 103:1–5

Recuerdo mi aflicción y mi vagar,
la amargura y la hiel.
Las recuerdo bien,
y mi alma está abatida.
Sin embargo, esto traigo a mi mente
y por eso tengo esperanza:
Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos,
porque sus misericordias nunca decaen.
Son nuevas cada mañana;
grande es tu fidelidad.

Lamentaciones 3:19–23

Una de mis actividades favoritas entre Navidad y Año Nuevo es ver y leer reseñas de fin de año. Recordar las 10 mejores películas, las historias más leídas y las mejores fotos del año me recuerda momentos destacados y eventos importantes que quizá me haya perdido o que ya haya olvidado.

Revisar nuestros momentos más destacados también puede ser útil. Hace varios años, la columnista del Chicago Tribune, Mary Schmich, compartió una lista de preguntas útiles para la reflexión de fin de año. Invité a mi familia a grabar sus respuestas y disfrutamos escuchándolos mutuamente el día de Año Nuevo. Guardé sus respuestas y ha sido un placer recordar con alegría y gratitud lo que fue importante para cada uno de nosotros a lo largo de los años.

Revisar nuestro año también puede considerarse una práctica espiritual. Sinceramente, es una práctica que a veces evito, sobre todo cuando las preguntas pasan de lo superficial a una reflexión profunda. Me preocupa no recordarlo todo y no disfruto revivir los momentos difíciles. Pero me perdería muchos momentos hermosos si no me tomara tiempo para reflexionar. Me ayuda a imaginar a Jesús sentado a mi lado mientras reflexiono, enjugándome las lágrimas de los recuerdos dolorosos y celebrando conmigo los felices. 

La autora Beth Moore tuiteó la semana pasada sobre su proceso de fin de año, describiendo sus reflexiones como "registros preservados de la fidelidad de Dios y de su caminar entre dificultades y espinas con Él". Concluye entregándole el año nuevo con las manos abiertas y un corazón lleno de confianza y anticipación.

En las buenas y en las malas, Dios está con nosotros. Él perdona, sana, redime y satisface. Y promete nuevos momentos de amor y compasión cada día. ¿Cómo puedes agradecerle su fidelidad?

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