Dones espirituales de y para Dios

Willow Creek | 28 de septiembre de 2021


Este pasado fin de semanalos invitados especiales Sam y Emmanuel Acho continuaron Contra viento y marea con un mensaje sobre los dones espirituales. Hablaron sobre cómo hacer crecer nuestros dones espirituales y lo importante que es compartir nuestros dones en el servicio a los demás. Durante su mensaje, Emmanuel leyó 1 Corintios 12:4-11una porción de las escrituras que habla de los dones espirituales.

 

Hay tres puntos clave en el pasaje anterior:

 

1) No todos tenemos el mismo don. Hay una diferencia entre los deseos y los dones. Un pastor dijo una vez: "No puedo poner lo que Dios dejó fuera". Antes de nacer, Dios nos dio dones, talentos y habilidades únicas, y cada uno de nosotros es diferente. Algunos de nosotros tenemos el don de enseñar, mientras que otros tenemos el don de dar. En lugar de intentar ser como los demás, queriendo lo que ellos tienen, centrémonos en desarrollar las habilidades únicas que Dios ha puesto dentro de cada uno de nosotros.

 

2) Nuestros dones son de Dios. Cada uno de nosotros ha sido abundantemente bendecido por Dios y puede hacer cosas increíbles a través de Él. Algunos de nosotros somos fantásticos oradores, mientras que otros tenemos una fe inagotable sin importar las circunstancias. Es importante recordar que estos dones son de Dios. Cuando comencemos a sobresalir en algo, y los elogios comiencen a llegar, apresurémonos a decir: "A Dios sea la gloria". Es importante recordar que gracias a Dios somos lo que somos. Dios nos ha bendecido; no es nada que hayamos hecho nosotros. Mantengamos nuestros egos bajo control y seamos humildes ante los demás.

 

3) Utilizar nuestros dones para glorificar a Dios. Muchos de nosotros estamos usando nuestros dones para sobresalir en nuestras finanzas, estatus y popularidad. ¿Nos estamos olvidando de sobresalir en el Reino de Dios? Dios nos dio nuestros dones para servirle a Él y a los demás, no a nosotros mismos. Más adelante en el pasaje anterior, Pablo describe cómo la Iglesia es un cuerpo con muchas partes. Nuestros dones son esenciales para ayudar a la Iglesia, y sin nuestros dones, la Iglesia es un lugar menor. Asegurémonos de que estamos usando nuestros dones como Dios quiere.

 

Cuando se trata de nuestros dones espirituales, tomemos tiempo para estudiar y averiguar cuáles son (herramientas de evaluación en línea son un gran recurso), construyamos nuestros dones y fortalezcámoslos, y por último, utilicémoslos para el progreso del Reino de Dios. Él nos ha bendecido de forma única a cada uno de nosotros. Ahora, ¿cómo usamos nuestros dones, talentos y habilidades para ser una bendición para otros?